Resumen de “El pequeño Libro de la Seducción” por Luis Tejedor se enfoca a entender el proceso de seducción y mejorar nuestras habilidades sociales tanto para hombres como para mujeres. Además cuenta con historias amenas para ejemplificarlo. Tiene una línea de pensamiento similar al mío “Seducción Simplificada” de enfocarse en uno mismo más que en los demás, no buscar técnicas como una manera de atraer a otros y sin promesas de que vas a levantar a cualquier mujer.
Antes de dar la idea central del libro, que es la Teoría de los 3 Cables, voy a comenzar con:
Las 3H de Egoland: Honestidad, Humildad, Humor
Como dije, este libro hace enfoque al desarrollo personal, y el autor propone las tres H de Egoland como la base de una personalidad atractiva. Estas son:
- Humor: Saber reírse de uno mismo demuestra una ausencia de complejos y ayuda a desdramatizar posibles situaciones frustrantes. La seducción es fundamentalmente un juego y, como tal, debe tener un fin lúdico.
- Humildad: Ser humildes nos permite hablar de nuestros logros y victorias, sin darle más importancia de la que tiene, pero sin restarle la satisfacción que sentimos.
- Honestidad: Por un lado, con nosotros mismos. Esto significa tener un diálogo interno apropiado y sin engañarnos. Y por otro, ser honestos con los demás. Esto es comunicar lo que queremos de manera transparente, para así, generamos confianza y nos acerquemos a lo que queremos que suceda.
Si practicamos estos atributos, sin duda, vamos a seducir más y mejor.
1- La Teoría de los Tres Cables
El libro empieza con la idea de que no elegimos quien nos atrae, similar a la idea de “la atracción no es una elección” de Dobla tus citas, sino que estamos influenciados, ya sea por nuestra crianza y vivencias.
Esto no es algo que diga el libro pero si por ejemplo nuestros padres eran obesos o se habían divorciado cuando éramos pequeños o sufrimos abandono de chiquitos; todo esto afecta al tipo de relación que busquemos (ya sea rasgos física o personales). Quizás rasgos que sentíamos que carecíamos en nuestra niñez vamos a buscarlo en nuestra adultez. Si hay algún psicólogo viendo que me diga si me equivoco en algo que digo.
Tejedor ve el proceso de seducción como un vaivén de avances y retrocesos que se dan entre una relación de dos personas. Es acá donde presenta la Teoría de los 3 cables.
Imaginemos que cada vez que se encuentran dos personas, entre ellas se conectan tres cables. Cada uno representa las tres necesidades que tiene una persona. Estas son:
- El sexual: es comunicarnos sexualmente e intentar erotizar al otro. Este tipo de comunicación siempre con consentimiento y sin ir mucho más lejos de lo que vaya el otro. Es también tomando la iniciativa, ya sea hombre o mujer.
- El Emocional: es hablar de nuestra personalidad, utilizando el humor, la complicidad, la confianza, etcétera.
- El Racional: es informar sobre la utilidad que podemos ofrecerle a la otra persona, más allá de lo sexual y emocional. Estas son nuestras destrezas, hobbies, trabajo, aficiones, posición social, etcétera.
Gracias a este intercambio de información mutua, vamos a justificar mediante estos 3 cables por qué nos está gustando y nos permitirá ser entendidos al proponer una cita o alguna actividad. Es decir, nuestros avances. Y eso implica estar haciendo una propuesta.
Por lo tanto, Tejedor explica la seducción como una sucesión de propuestas que van aceptándose basándose en la información que damos y pedimos. (Esto me hizo acordar mucho al libro de lo “Esencial de las Citas para hombres” de Robert Glover el estar poniendo a prueba y midiendo el interés de una mujer.)
Cada uno de estos cables funciona de forma independiente, sin embargo, esto no implica que no se afecten. Un exceso o defecto de intensidad en cualquiera de estos cables, afectará a los otros dos, y en su total.
Entonces cada vez que una de las dos personas propone algo y el otro acepta, avanzan ambos. Y cada vez que uno de los dos no acepta la propuesta, ambos retroceden. Es decir, cuando los cables funcionan, los dos proponen cosas.
¿Cuáles?
Reaccionar con una sonrisa ante un piropo, confesar inseguridades o transmitir la atracción que se siente, iniciar una conversación o insinuar que esta continúe, plantear conocer o presentar a sus amigos, sugerir un plan otro día, besarse, tocarse, tener relaciones, etcétera.
Estas interacciones por lo general tienen vaivenes de avances y retrocesos durante el proceso.
Ocho señales que indican su interés
- Se dilatan las pupilas. Este efecto fisiológico no sólo ocurre cuando nos atrae una persona, sino también a lo que pretendemos prestar mucho interés porque nos genera atracción.
- Nos imita. La admiración es uno de los ingredientes más potentes de la atracción.
- Su cuerpo o sus pies apuntan o se inclina hacia nosotros.
- Nos mira a menudo. Tenemos la necesidad de mirar aquello que nos gusta.
- Sonríe y ladea la cabeza. «Irenäus Eibl-Eibesfeldt» fue quien hizo este descubrimiento.
- Su interés es recíproco. ¿Responde a nuestras preguntas brevemente y se calla, o lo hace de forma extendida agregando otra pregunta?
- Bromea con nosotros como cuando eramos pequeños.
- Nos trata de forma distinta. Comparemos su comportamiento con nosotros y con el de los demás.
Es importante mencionar que no debemos interpretar señales en solitario, sino en conjunto.
Veintisiete preguntas que indican que le gustas:
Dejo algunas: ¿Es atento con nosotros? ¿Dirige la conversación hacia nuestros intereses? ¿Nos habla a menudo por redes sociales? ¿Nos sonríe más que al resto? ¿Nos toca? ¿Recuerda conversaciones pasadas? ¿Busca sorprendernos? ¿Procura frecuentar áreas por dónde estamos?
Más detalles sobre los 3 cables acá.
2- El arte de hacer propuestas
Tejedor afirma que seducir implica proponer. Y ya sea de forma implícita o explícita, la gente entiende que estamos ahí, invirtiendo nuestro tiempo por algo y para algo. Sin embargo, nuestro cerebro economiza energía, y por eso funcionamos con sesgos de información, para pensar menos. Ante la falta de información, en nuestros cerebros utilizamos atajos que nos ayudan a procesar de una forma sencilla la información que recibimos en función de lo que conocemos nosotros. Por eso, entendemos señales, signos, formas de ser o moverse que hace el otro, desde nosotros mismos. Desde nuestra forma de interpretarlo. Sin embargo, deberíamos tratar de aproximarnos a captar desde la perspectiva del otro.
Entonces para que nuestras propuestas sean claras, el autor da la siguiente formula:
• Que la propuesta sea clara.
• Que sea útil para ambos (Winwin).
• Que no genere disonancias o problemas.
• Que contenga el estímulo de los tres cables.
• Que sea lo más carismática posible, o sea, que excite, emocione o divierta.
La fórmula consistiría en:
• Qué le proponemos.
• Por qué se lo proponemos. Justificar lo que decimos.
• Para qué se lo proponemos. Qué gana la otra persona y cuál es el fin de la propuesta.
• Qué me hace sentir, el objetivo de la propuesta
Ejemplo 1. Etiqueta (Cold Reading)
—Perdonen, chicas. Parecen divertidas y simpáticas. ¿Lo son?
—Sí.
—Estupendo. Porque nosotros también. ¿Nos tomamos algo juntos y lo comprobamos?
«Qué»: tomarse algo juntos los dos grupos.
«Por qué»: porque ambos han afirmado que son divertidos y simpáticos.
(Ahora tienen que demostrarlo.)
«Para qué»: comprobarlo.
«Qué me hace sentir»: ¡qué bien!
También daba un ejemplo sobre la limitación temporal al estilo Mystery Método, de decir que tenes prisa o tenes un minuto pero le queres preguntar algo o lo que sea. Esto le quita presión a la otra persona, que si acepta, no se compromete a tener que dedicarnos mucho tiempo.
En mi opinión, es algo que dentro de un bar o club, estas preguntas están implícitas y no son necesarias justificarlas. Si estas por la calle si lo veo más relevante.
3- La conversación
Lo divide en lo que son “Los cinco bloques” sobre qué podemos hablar:
1. Quién sos y qué haces acá. ¿Está en esta discoteca con su grupo? ¿Con su pareja?
2. ¿Qué haces en la vida, a qué te dedicas? ¿De qué trabaja?
3. ¿Qué haces en tu tiempo libre? Cuando no trabajas, ¿qué te gusta hacer? ¿Cuáles son tus hobbies favoritos?
4. Planes a corto, medio y largo plazo. Puede ir desde ¿Acabas de llegar, verdad? a ¿Cómo te ves dentro de cinco años?
5. Qué te gusta de esa persona. Dejar claro qué estamos encontrando de atractivo en el otro.
Condiciones básicas de los bloques de conversación
1. Que sean en ambas direcciones: Que no sea un monologo sino que hay un ida y vuelta en la interacción.
2. Que estén presente los tres cables.
3. Ponérselo fácil a la otra persona, tomar la iniciativa.
Para profundizar en los temas:
a) Hacemos preguntas sobre cualquiera de los 5 bloques.
b) Respondemos a la misma pregunta, aunque no nos hayan preguntado directamente.
c) Las seis preguntas. Durante la conversación utilizamos las preguntas para profundizar sobre los temas, tales como: ¿Qué? ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Qué te hace sentir?
4- Seducción online
Puntos a tener en cuenta:
1. Cuida la imagen del perfil
La primera o tres primeras fotos de perfil serán las decisivas para coincidir con la otra persona e iniciar una conversación
Esto sería estimular el cable sexual.
2. Diferénciate
La desventaja en la Seducción Online es que muchos son potencialmente más atractivos/as e interesantes que nosotros. La ventaja es que en la gran mayoría de los casos no saben comunicarlo y sus perfiles acaban siendo todos prácticamente el mismo.
Entonces evita las primeras frases como: «Hola, ¿qué tal?», «Hola, linda», «¡Hey! ¿Qué tal el día?», carentes de todo estímulo, y reemplazarlas por frases más divertida y emocionales. Algunos ejemplos que da Tejedor son:
• «Esto pone que somos compatibles, y no voy a ser yo quien le haga la contraria a la tecnología.»
• «No voy a andar por las ramas. (Entre otras cosas porque no soy un mono.) Si nos hacemos novios, ¿viviremos en un ático?»
• «No me gustan las conversaciones intrascendente, decime cuáles son tus cinco condimentos de comida favoritos.»
No se trata de que sean las mejores frases del mundo, sino de que sean frases que les gusten a ustedes.
3. Estimula emocionalmente
Nos atraen las personas que nos estimulan. ¿Cuáles son estas? La comunicación emocional y la sexual. Para mejorar la calidad de nuestras conversaciones en internet, debemos transmitir mensajes emocionales. Tejedor sugiere usar verbos que impliquen emociones.
No es lo mismo decir: «¿Queres tomar algo?», que «Deberíamos celebrar que nos estamos gustando por ahora, ¿no crees?».
Otro ejemplo, si la otra persona nos dice que vivio en Praga, en vez de preguntar «¿Qué tal era la gente ahí?» preguntar «¿Qué te pareció a VOS la gente de Praga?». De esta manera la conversación se vuelve más personal.
Conclusión
Conclusión
Algo que me gustó de este libro es que fue bastante original, tenía mucho más vocabulario e incluye la biografía. Creo que eso le da mucho más seriedad y valor. Lo que me generó la sensación es que hablaba de ciertos temas pero no los especificaba ni daba los conceptos, sino que los ejemplificaba. Creo que me paso con vulnerabilidad y marcar límites emocionales. Tendría que volverlo a leer, quizás en enfocarme en hacer el resumen me perdí esas cosas.
Me gusto que, a cambio del libro “lo esencial de las citas para hombres” de Robert Glover, que había sido el anterior resumen que había hecho y por eso lo tengo fresco, es que en este libro no hizo ninguna afirmación de tal como “los hombres deben llevar SIEMPRE la iniciativa porque eso le gusta a las mujeres”. Creo que, que el hombre lleve la iniciativa es algo cultural, algo que puede ir cambiando o no. Creo que es muy positivo llevarla y tomar liderazgo, pero no sé si me parece bien tomarlo como un mandato.
Pero bueno eso es todo
Gracias por mirar y quedarse hasta el final.
Nos vemos en el próximo resumen.
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