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El Mejor Resumen de Sex God Method por Daniel Rose

En este video vamos a ver Sex God Method de Daniel Rose. En su libro básicamente destaca la importancia de la estimulación psicológica sobre la física. Él dice que saber mucho de la anotomía de la mujer, lejos de hacernos ver como un Dios del sexo, nos va a hacer ver como un ginecólogo.

El autor presenta los 4 principios clave de un súper macho sexual:

  1. Estimulación Psicológica: como mencione antes, destaca que la mente es crucial en el sexo y es diez veces más importante para las mujeres. Esta idea de querer apretar en el lugar correcto por cierta cantidad de tiempo para que la mujer llega al orgasmo, deja de lado toda la parte psicológica del sexo. Que aunque es más difícil de entender y aprender, es mucho más importante. Una estimulación física es la masturbación, pero si eso lo combinamos con una estimulación psicológica, los resultados serán increíbles.
  2. Dominación: dice que las mujeres naturalmente sienten más atracción hacia hombres dominantes. Daniel argumenta que hace 10.000 años, en las tribus de cazadores, existían dos tipos de machos: Alfa, dominantes y agresivos, y Beta, más pequeños y débiles. La reproducción determinaba las tendencias genéticas de los hijos, con los hijos de los Beta destinados a ser Beta y los hijos de los Alfa destinados a ser Alfa. El autor cuenta que eventualmente, los machos Alfa eliminaron a los machos Beta y violaron a sus mujeres, resultando en la supervivencia solo de las hembras atraídas por machos Alfa dominantes. Para mí esta idea está demasiado simplificada y no creo que se diera realmente de esta manera, pero si estoy de acuerdo que los rasgos dominantes son más atractivos.
  3. Instinto y Deseo sobre Técnica: Similar al punto uno, las habilidades técnicas de tocar mejor no son la clave en el sexo, sino entender y liberar nuestros instintos. Ser un maestro del sexo implica desaprender más que aprender, y las técnicas complejas no sustituyen la autenticidad y conexión sexual.
  4. El Sexo como Método Supremo de Atracción: Daniel sugiere que después del sexo, se pueden desarrollar lazos de atracción irrompibles y permanentes, lo que garantizará que la mujer esté profundamente enamorada y dispuesta a hacer cualquier cosa por un hombre. También diferencia la perspectiva de aquellos que consideran que la primera vez que se tiene sexo marca el final de la seducción, marcándolo como el principio, ya que la primera vez suele ser la peor debido a la falta de comodidad y conexión emocional. Argumenta que las relaciones sexuales duraderas son más gratificantes que encuentros ocasionales de una sola noche.

Los 4 arquetipos del fracaso sexual:

  1. El Amante Eterno: Un hombre que muestra excesivo respeto y cuidado en el dormitorio, privando a su pareja de la dominación que anhela. (parecido al chico bueno)
  2. El Robot Insensible: Un hombre emocionalmente distante y pasivo, que a pesar de ser exitoso en atraer mujeres, carece de emociones genuinas. Su falta de pasión emocional se traduce en relaciones sexuales insuficientes, dejando a la pareja insatisfecha y él mismo emocionalmente invulnerable.
  3. El Aplicado Monótono: Aunque inicialmente bueno en la cama, cae en la rutina y la falta de variedad, lo que lleva al aburrimiento y al deterioro de la relación sexual.
  4. El Técnico de Dormitorio: Un hombre obsesionado con técnicas y conocimientos detallados sobre el sexo, que termina siendo más un científico que un amante apasionado.

Los 4 Elementos Fundamentales de la sexualidad:

Los cuatro elementos fundamentales en la sexualidad son el tema núcleo de este libro. Estas están representados por la sigla «DEVI»: dominancia, emoción, variedad e inmersión. Daniel dice que estos cuatro elementos son críticos para lograr la maestría sexual, y sugiere la necesidad de equilibrarlos para mejorar en la cama.

  1. Dominación:

El autor sugiere que para lograr maestría sexual, es crucial adoptar una mentalidad de «macho alfa dominante». Él enfatiza que la dominancia es más psicológica que física, pero ejercitarse y alimentarse adecuadamente también ayuda.

También aconseja dirigir la interacción en la cama sin vacilaciones ni pedir permiso. Si queremos sexo oral, digámosle que nos dé una. Si queremos tener sexo a lo perrito, tirémosla en la cama boca abajo y digámosle que levante la cola.

Además habla de maltratar a la mujer en modo de juego: sujetándola de las muñecas, rasgando su ropa (siempre y cuando no sea su remera favorita) y dando nalgadas. Es conectar con ella de una manera más intuitiva. A veces, sin embargo aconseja Daniel, deberíamos dejarla dirigir.

Por otra parte, menciona la importancia del «hablar sucio» en el acto sexual. Sugiere que el tono de voz debe ser profundo y dominante, y se proporcionan temas específicos para enfocarse al hablar sucio, como la posesión (ella es tuya) y la excitación (que tan caliente este). Por ejemplo:

Decirle «sos una nena mala, y las nenas malas deben ser castigadas» mientras le pegas una palmada en la cola. Si ella se siente cómoda, entonces podemos pasar de una charla sucia a putearla y decirle algo como «sos mi put* sucia, estuviste todo el día pensando en mi verg*, mira qué mojada tenés la conch*, necesitas ser castigada como la put* atorranta que sos».

Da el ejemplo de cuando se encuentra con una de sus primeras novias después de un tiempo. Él relata:

“Lo besé bruscamente y la arrojé sobre la cama; para mi sorpresa, no protestó, le gustaba. Salté sobre ella, tratándola cada vez más bruscamente, dándole nalgadas y moviéndola con fuerza. Se la puse en la cara y le dije que me la chupara. En cada momento, esperaba que me pidiera que parara, pero mientras la trataba más rudamente, más se excitaba. Comenzó a hablar sucio; resultó ser experta en ello cuando la penetraba por detrás, gemía. «Hazme gritar, que todos sepan que soy tu perra», y lo hice. Mantuvimos la actividad durante unos treinta minutos en posición de cuatro. Al final, me dijo que había sido la mejor de todas sus experiencias y ambos quedamos cansados y sexualmente satisfechos.”

  • Emoción

Daniel dice que siempre el sexo será mejor cuando lo hacemos con una mujer que ya haya una relación emocional. Él habla de expresar nuestro deseo por ella y decirle lo que le queremos hacer en la cama. Aquellos hombres que crean que esto viene de un lugar de debilidad y que no puedan abrirse a sí mismos emocionalmente, son de esa manera, por una razón, tienen miedo de ser lastimados.

Entonces para crear emociones fuertes en una mujer, nosotros debemos tenerlas por ella. Si el nivel de emoción no es reciproco, habrá un sentimiento de desconexión.

Existen tres temas principales alrededor de los cuales deberíamos centrar nuestra conversación emocional.

  1. Primero, la posesión, relacionada con la dominancia, es emocionalmente excitante. En la intimidad, expresar que ella nos pertenece puede ser poderoso, pero es crucial ser cuidadoso, especialmente al inicio de la relación. Ejemplo “Podemos decirle que nos pertenece y es solo nuestra”.
  2. El segundo tema se centra en la intensidad de tus sentimientos por ella. Expresar abiertamente nuestras emociones durante el acto sexual fortalecerá la conexión emocional. Utilizar términos íntimos, como llamarla «nena,» puede intensificar la experiencia. Ejemplo: mientras la penetramos decirle que nos sentimos muy unido a ella.
  3. El tercer tema aborda los fuertes sentimientos de ella hacia nosotros. Mostrarle que sus emociones son incontrolables puede potenciar la conexión emocional. Involucrarla activamente, pidiéndole que exprese su amor durante momentos íntimos, puede fortalecer la conexión. Ejemplo: podemos decirle que acabé por nosotros demostrándonos cuanto nos desea.

Por otra parte, siempre debemos asegurarnos de demostrarle afecto físico, como besarla y abrazarla, incluso cuando no estamos teniendo relaciones sexuales. Un momento especialmente importante para mostrar afecto es después del sexo. Aquí es cuando ella es más vulnerable. Marca la importancia de sosténerla entre nuestros brazos y dicirle lo mucho que significa para nosotros. Por supuesto, debemos ajustar lo que expresamos según el nivel de intimidad.

Luego habla de temas como “provocarla” o lo “prohibido” pero les recomiendo leerlo en el libro para que no se haga demasiado largo el resumen.

Daniel relata:

“Mi mayor progreso en este elemento vino con mi actual novia principal. Nos estábamos involucrando más emocionalmente entre nosotros cada vez y, en un pico de excitación sexual, a ella se le escapa un «te amo». En ese momento no le respondí porque había aprendido que no se debía decirle a una mujer que se la ama. El problema era que sabía que amaba a esta chica e intuitivamente me sentía mal por sentirlo y no decírselo. Decidí dejar la precaución de lado y decirle que la amaba también. Por supuesto, lo hice durante el sexo. Mientras la tenía apretada contra mí y estaba a punto de venirse, le pregunté mirándola a los ojos cuánto le gustaba. «Tú me gustas mucho», dijo para arreglárselas mientras me la cogía lentamente. Dije, «No, eso no es lo que te pregunté. ¿Qué tanto te gustó?». Le tuve que preguntar como 7 u 8 veces. Sabía que ella quería decirme que me amaba, pero tenía miedo de la reacción que yo pudiese tener. Finalmente, con una combinación de persuasión verbal y de una penetración profunda, le saqué un «te amo». «Yo te amo también, nena», le dije mientras la miraba profundamente y empecé a cogerla duramente. Ella empezó a ponerse tan emocional que empezó a llorar y empezó a venirse como yo nunca la había visto venirse antes. Esto me demostró claramente cuán fuertemente las emociones pueden intensificar el sexo.”

  • Variedad

Daniel menciona que al volverse repetitivo en algo, perdía fuerza lo que hacía. Demasiado de algo bueno, es algo malo. Da como ejemplo cuando con una chica, dejaba la puerta abierta para que sus amigos los vieran cuando lo hacían y esto la hacia excitar. Sin embargo, al volverlo hacer repetidas veces, ella hasta le pidió que cerrara la puerta.

Para poder variar en el sexo, Daniel sugiere personificar 4 diferentes arquetipos sexuales. Estos son:

  • La Bestia Sexual (dominante y sin inhibiciones)
  • El Amante Apasionado (emocional y romántico)
  • El Maestro del Tantra (logra completa tranquilidad mental y viven el momento)
  • El Metamorfo (capaz de transformarse entre los anteriores)

Debemos recordar que en cualquier relación sexual, la clave es siempre mezclar estos elementos. A veces, a una chica le daremos un intenso sexo dominante; a veces, emociones intensas. A veces, haremos mucho juego previo; a veces, no haremos nada. A veces, querremos hacer el amor gentilmente; a veces, querremos dejarla dolorida por los siguientes tres días. Así, continuamente mezclando los elementos en estas y en muchas otras maneras, puedes mantener el sexo en una relación.

  • Inmersión

Con el objetivo de que el sexo sea mejor, debemos abstraernos de todo pensamiento lógico y existir solamente en sentimientos, emoción y deseo. Se destaca la importancia de estar completamente presente en el momento y eliminar distracciones y miedos para mejorar la calidad del encuentro íntimo. La inmersión implica la ausencia de pensamientos, tanto negativos como positivos. Por ejemplo, ir a la cama con nuestra pareja con la idea de que somos un dios del sexo, puede ser contraproducente, porque si nos imponemos esa idea con afirmaciones, en el fondo lo hacemos porque creemos que no lo somos. En el libro pone el ejemplo de cuando nos levantamos a la mañana. No nos decimos que somos los mejores para comer el desayuno, simplemente lo hacemos sin pensarlo. Lo mismo para el sexo.

Además advierte contra la sobre planificación durante el acto sexual. Por ejemplo: decir que ahora le voy a frotar el clítoris y después voy a hacer tal y tal cosa. Esto puede suceder cuando queremos aplicar todo lo del libro en una sola noche por ejemplo y no estamos realmente disfrutando.

Luego también habla de las creencias limitantes. Ciertas ideas preconcebidas o malentendidos sobre las relaciones sexuales pueden afectar negativamente la vida sexual de las personas. Estas creencias son, en su mayoría, infundadas y pueden surgir de miedos o inseguridades emocionales. Daniel propone desafiar y superar estas creencias limitantes para lograr una vida sexual más satisfactoria.

Un ejemplo de una creencia limitante es la noción de que las mujeres no desean el sexo tanto como los hombres. Sin embargo, si desafiamos estas creencias, con el tiempo estas nos parecerán estúpidas; por ejemplo, será más difícil creer que a las mujeres no les gusta el sexo si regularmente les estás proporcionando orgasmos a gritos. Una vez que alcancemos este punto, no tendremos que hacer más esfuerzo consciente para eliminar estas creencias. Estarán instaladas a un nivel emocional profundo.

Buen eso es todo y espero que les haya gustado. Personalmente creo que está muy bien direccionado y con ideas claras. Quizás agregaría lo que es el juego previo, no sentí que desarrollara mucho esa parte que la veo importante. Pero bueno…

Gracias por mirar y quedarse hasta el final.

Nos vemos en el próximo resumen.

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