Hola soy Germán Mühlenberg y en este post vamos a ver el resumen de Mode One: Semántica y Escenarios por Alan Roger Currie. Este es el cuarto resumen que hago del autor, en el cual se enfoca más que nada en la semántica, o sea, como comunica lo que dice. Creo que sus últimos libros se dedicó a justificar el Mode One por ser tan directo.
Ya vamos a ver qué es lo que dice porque para mí, antes no era muy claro para mí, y los ejemplos que daba me resultaban un poco duros, pero en el ejemplo final de su libro marca lo que es “incorrecto” y “correcto”.
Hice el resumen en 4 partes:
Tabla de Contenido:
Parte 1: Engáñame Una Vez, La Culpa es TUYA. Engáñame DOS veces, la culpa es MIA.
Currie comienza su libro diciendo que en cada discusión que tuvo con otras personas relacionadas con el tema de las citas y las relaciones con las mujeres, de alguna manera terminan culpando a los hombres por sus decepciones y frustraciones, y los hombres culpan a las mujeres de la misma manera. Currie cita la frase: “siempre que señales con el dedo a alguien, por lo general hay tres dedos apuntando hacia vos de la misma manera.”
Entonces diciendo esto dice: para casi todas las formas de comportamiento que nos disgustan del sexo opuesto, hay miembros de nuestro propio género, que permiten y motivan esos comportamientos. Y da 4 ejemplos:
EJEMPLO # 1: Las Mujeres percibidas como “Interesadas”
Si no existieran los hombres que tratan de atraer y seducir a las mujeres, ofreciendo favores económicos o destacando sus sueldos, patrimonios o bienes materiales hacia las mujeres, las mujeres que se conocen como “interesadas” dejarían de existir.
EJEMPLO # 2: Los Hombres conocidos como “adúlteros”
Si todas las mujeres en la sociedad sólo tuvieran sexo con un hombre que fuera su esposo, prometido, novio, o exclusivamente su amante, los hombres que son calificados como “estafadores” y “adúlteros” dejarían de existir.
EJEMPLO # 3: Las Mujeres que son percibidas como “Zorras”
Si no hubiera hombres en la sociedad que son débiles, inseguros, pasivos y muy dispuestos a permitir que las mujeres los traten de una manera indeseable, los hombres no tendrían que caer en manos de estas “zorras”.
EJEMPLO # 4: Los Hombres que se conocen como “idiotas”
Al igual que en las mujeres “zorras”, las únicas mujeres que normalmente se refieren a un hombre como un “idiota” suelen ser las que permitieron a los hombres mostrar un comportamiento que no era deseable, irrespetuoso o egoístas.
Este tema de Currie me parece bastante acertado. Está muy relacionado a lo que hablo acerca de que vamos a atraer a quienes tengo valores similares. Una pregunta clásica que me hacen es si un método especifico funciona, y funcionar funciona cualquier cosa que se puedan imaginar. El tema es que algunas cosas funcionan mejor, y además, la forma en que los atraemos va a determinar el tipo de persona. Entonces, tal como la línea de pensamiento de Currie, si somos superficiales y manipulares, probablemente atraigamos a personas superficiales y manipuladores. Entonces si tendemos a criticar muchos el sexo opuesto por ser de una manera, deberíamos mirarnos primero que es lo que estamos haciendo que atrae ese tipo de personas.
Parte 2: La Gran Enemistad entre Hombres y Mujeres
Currie dice: Le pregunté a una mujer, “si un hombre se te acerca y te dice ‘la única razón por la que estoy conversando con vos es porque me gustaría que me des una chupada’, ¿lo tomarías bien o te sentirías ofendida e insultada?”. Como es natural, ella dijo que se sentiría un poco incómoda y mucho más faltada al respeto. Esta es la razón, dice Currie, por la que los hombres mienten.
Los hombres tienen que jugar el ridículo juego de, “voy a ofrecerles bebidas para poder participar en una trivial e insignificante ‘small talk’ y hacerle creer que quieren algo más, que solamente sexo” porque básicamente es lo que las mujeres quieren escuchar.
* Esta es una de mis críticas a Currie de que todo lo pone como si fuera “A” o “B” y me parecen generalizaciones. No es todo de una forma u otra, hay grises de por medio.
La mayoría de las mujeres son ‘adictas’ a las mentiras agradables y a los halagos. Es mucho más aceptable para una mujer escuchar, “Eres tan hermosa. . . el tipo de mujer con la que quiero pasar el resto de mi vida” y no escuchar del mismo hombre: “La única razón por la que estoy conversando contigo es porque me gustaría intercambiar orgasmos”.
Muchos hombres y mujeres se preguntan por qué hay tanta desconfianza, amargura y resentimiento entre los dos sexos. Demasiados juegos mentales de manipulación. Currie dice que estos “juegos” entre los sexos suceden, debido a lo que queremos el uno del otro, pero tienen terriblemente miedo de ir y pedirlo directamente. Nadie se espanta por preguntar amistad pero si por querer tener relaciones.
En un mundo ideal, todos los hombres podrían acercarse a las mujeres y expresar todos y cada uno de sus verdaderos deseos románticos o sexuales y sus intereses e intenciones a las mujeres… y las mujeres podrían aceptarlo o rechazarlo.
Parte 3: Semántica
Currie comienza esta parte dando el siguiente ejemplo: si le digo a una mujer, “quiero intercambiar orgasmos contigo”, y ella me dice: “Yo prefiero que me digas, ‘quiero hacerte el amor’”, entonces esto sería un ejemplo de la semántica en efecto. Es decir lo mismo pero de diferente manera.
Es entonces que dice: Las mujeres que en general se comportan como si estuvieran “ofendidas” por haber usado un lenguaje de clasificación XXX suelen ser las mismas mujeres que está más dispuestas a tener relaciones ocasionales. Currie estima que cuatro de cada cinco mujeres que tuvieron inicialmente una reacción negativa o adversa a su lenguaje sexualmente provocativo, fueron las mismas mujeres que más tarde llegaron a acostarse con él.
Las mujeres que realmente no están interesadas en salir o en tener relaciones con nosotros, por lo general, no les interesan la semántica o el lenguaje que usemos. Las mujeres que no tienen ningún deseo en nosotros, no les importa cómo nos expresamos. Ellas saben que no están atraídas físicamente o de forma romántica.
Las mujeres que responden “teatralmente” a lo que perciben como la semántica desagradable, suelen ser las mujeres que son en mayor o menor medida, manipuladora y engañosa. Del mismo modo, la gran mayoría de los hombres que se creen “socialmente apropiados” suelen ser algunos de los mujeriegos más manipuladores de la sociedad.
Honestamente me cuesta entender mucho el punto de Currie porque en la parte anterior plantea que la mayoría de las mujeres les importa la semántica, o sea, como decimos las cosas. Y eso obliga a los hombres a ser manipuladores para acostarse con ellas. Sin embargo, después dice que aquellas que se “ofendían” luego se acostaban con él. Si esto fuera así, no sería más lógico que los hombres fueran honestos, al fin y al cabo, es lo que les daría resultados. También afirma que, si una mujer no está interesada, no le importa la semántica. Y creo que también contradice lo que menciona en la parte anterior.
La lengua que dirían que es “ofensiva” es típicamente un signo de que tratamos con un individuo de verdad. Cuando un hombre o una mujer son manipuladores, tienden a ser muy cuidadosos con las palabras que utilizan y en las frases que dicen.
¿Es “irrespetuoso” el uso del lenguaje sexualmente directo y eróticamente provocativo con las mujeres en tu primera conversación con ellas? Depende de cómo se defina ‘irrespetuoso’ con una mujer. Para mí, dice Currie, mentir a las mujeres acerca de tus verdaderos deseos y de tus intereses e intenciones, es irrespetuoso. Hacerles creer a las mujeres que deseamos una relación romántica y seria, cuando en realidad sólo queremos unos pocos días o pocas semanas de relaciones ocasionales es irrespetuoso.
Devuelta, no creo que todos los hombres intenten dar la idea de querer tener una relación romántica a largo plazo y después se escapan. Los hay pero no son todos así.
Parte 4: Incorrecto vs Correcto
Currie plantea el siguiente ejemplo, de una persona que le pregunta:
“Me acerqué a una mujer y le dije: ‘Hey… Veámonos esta noche y cojamos’. Me insultó y se alejó. Pensé que estaba siendo Mode One… ¿qué fue lo que pasó?”
Hay una diferencia entre ser audaz, sincero y directamente honesto… y con ser grosero y desconsiderado.
“¿Pero pensé que habías dicho que estaba bien usar lenguaje provocativo con las mujeres?” Así es. Después de obtener una buena sensación de la disposición emocional de una mujer y cuando te parece que una mujer tiene los mismos intereses, entonces tienes que hacer un cierto grado de calificación en primer lugar. ¿Sabes si está soltera?
A mí me da gracia que es su cuarto libro y recién ahora hace esta clarificación.
La forma Incorrecto:
Hombre: Hola hermosa…Veámonos esta noche y cojamos
Mujer: Eres un grandioso idiota (y se aleja)
La forma Correcto:
Hombre (mirando si tiene un anillo de bodas; se da cuenta que no tiene; inicia la conversación al haber hecho su primera calificación): Tú y yo debemos vernos en las próximas semanas. ¿Qué opinas?
Mujer: Pero ni siquiera te conozco.
Hombre: Por esa misma razón. Es por eso que tú y yo debemos vernos. Para que yo pueda tener una idea de quién sos… y puedas conocerme.
Mujer: ¿Me invitarás a comer o a cenar?
Hombre: No. No estoy interesado en verte comer. Estoy interesado en construir química sexual entre nosotros. Podría resultar para mucho tiempo o sólo para unas semanas. Estoy dispuesto a ir tan lejos como nuestra química nos lleve…
La conversación continúa pero creo que se entiende la diferencia.
Conclusión:
Me sigue gustando más su primer libro. Este libro y los anteriores eran muy repetitivo y encuentro sus planteos muy enroscados. Personalmente me cuesta entender lo que plantea en muchas ocasiones. Como punto a favor creo que esta bueno que clarifica como él plantea acercarse.