Cómo estar motivado

¿Cómo estar motivado? El principio de «Hacer algo»

¿Cómo estar motivado? No es un secreto que, en el día a día, la mayoría de las personas afirman carecer de la motivación necesaria para hacer cualquier cambio positivo en sus vidas. Es casi como si la generación actual, la gente es generalmente perezosa y desmotivada, indefensa contra sus propios deseos primarios de deslizar hacia bajo en sus redes sociales, y se aterran de dejar el teléfono y limpiar la casa. Muchas veces nos sentimos apáticos hacia un objetivo que nos hemos fijado porque no tenemos la motivación. Y nos falta la motivación porque no sentimos ningún deseo emocional general para lograr algo.

De vez en cuando, sin embargo, algo nos provoca. Tal vez sea un post que vimos en Instagram, una fecha límite o un video motivacional que encontramos por casualidad en Youtube, y nos da la inspiración adecuada para realizar las acciones necesarias para mejorar nuestra situación.
Lo cierto es que la mayoría de las personas sólo se comprometen a la acción si sienten un cierto nivel de motivación. Y sólo sienten motivación cuando sienten una inspiración. Típicamente pensamos que la motivación funciona así:

Inspiración Emocional → Motivación → Acción Deseable

Pero lo que pasa con la cadena de motivación es que no es sólo una cadena de tres partes, sino un bucle sin fin:

Cómo estar motivado

Esto significa que podemos arrancar en cualquiera de estas tres y no necesitamos de una inspiración para motivarnos. Nuestras acciones crean más reacciones emocionales, que generan mayor inspiración y motivan nuevas acciones. De esta forma, podemos reorientar nuestra mentalidad de la siguiente manera:

Acción → Inspiración → Motivación

La conclusión es que si no tenemos la motivación para hacer un cambio importante en nuestra vida, entonces hagamos algo, cualquier cosa en realidad, y luego aprovechemos la reacción a esa acción como una forma de empezar a motivarnos.

Este principio no es invento mío sino de Mark Manson y se llama el principio de «hacer algo» y se encuentra en su libro “The Sutle Art of not Giving a F*ck”. Aunque también podrían llegar a encontrarlo en otros libros con otros nombres.

Por lo tanto, esto significa que en la práctica obligarnos a hacer algo, incluso las tareas más insignificantes, hace que comenzar las tareas más grandes parezcan mucho más fáciles.

Si estoy a punto de hacer algo nuevo que me preocupa, o si estoy en un nuevo país y necesito darme un pequeño empujón para salir y conocer gente, aplico el principio de «Hacer algo» por más pequeño que sea. Este mismo concepto lo aplicaba cuando necesitaba sentarme para terminar mis libros. En vez de decirme hoy voy a sentarme y escribir dos capítulos enteros simplemente me sentaba y decidía escribir 200 palabras y eso era todo. Forzarme hacer eso es algo fácil, no me exigía demasiada motivación y el simple hecho de hacerlo me motivaba luego a escribir más. Es una forma mucho más agradable de lograr los objetivos. Esta es una mentalidad y un hábito extremadamente útil de adoptar.

LA CREACIÓN DE UN RITUAL

Si lo pensamos, a lo largo del día nuestra fuerza de voluntad o motivación para hacer cosas es finita. Sin embargo, es algo que también podemos entrenar y mejorar de forma diaria.

El principio de «hacer algo» es una de esas maneras de hacerlo, ya que nos ayuda a que comencemos y que sigamos en movimiento. Pero una forma de hacer esto de manera más profunda es convertirlo en una especie de Ritual.
Sí, podrán pensar que hacer lo mismo una y otra vez suene increíblemente aburrido pero no podrían estar más equivocados.

Los rituales ponen el principio de «hacer algo» en marcha. Creas uno o más comportamiento a realizar en un lugar y/o tiempo determinado para dirigirte hacia el comportamiento deseado. Esto debería ser algo simple y sencillo. No te preocupes demasiado en cual debería ser el ritual.

Mucha gente ve a otras personas que tienen éxito haciendo algo en particular como comer o vestir lo mismo todos los días o darse una ducha de agua fría por las mañanas o hacer ejercicio exactamente a las 5am todas las mañanas porque algún estudio dijo que es el mejor momento para hacerlo. No necesitan hacer lo mismo que ellos.

Hace tu cama

En mi libro “Felicidad Simplificada” hablo sobre el Almirante William H. McRaven que da una charla, en la universidad de Texas y dice:

Hace tu cama todas las mañanas porque de esa manera habrás cumplido tu primer tarea del día. Te dará una pequeña sensación de orgullo, y te animará a hacer otra tarea, y otra, y otra. Si no podes hacer las pequeñas cosas bien, jamás serás capaz de hacer las grandes cosas correctamente. Y si por casualidad tenes un día miserable, volverás a tu casa en una cama que está hecha. Que vos hiciste. Y hacer la cama te da el ánimo de que mañana será mejor. Entonces, si quieres cambiar el mundo, empieza por hacer tu cama.

Este es solo un ejemplo, yo generalmente no hago mi cama, sino 50 lagartijas cuando me levanto, y eso me hace cumplir mi primer objetivo al inicio del día. Y una vez logrado esto me ayuda a lograr mis siguiente objetivos, ya sea escribir, estudiar, limpiar o lo que sea. Lo importante es simplemente tener un ritual -cualquier ritual- que te haga empezar en la dirección correcta. El resto seguirá.

EL LADO OSCURO DE CÓMO ESTAR MOTIVADO: LA DISTRACCIÓN

Ahora, puede que ya tengan un ritual al levantarse a la mañana. Ese puede ser tomar su teléfono y checkear todas las redes sociales, los emails y de repente se te fue media hora de tu vida. Esto puede parecer una diversión inofensiva, pero las distracciones como estas rara vez lo son. Las distracciones de la era digital nos dan pequeñas dosis de dopamina que se sienten bien en el momento, pero mientras tanto, están minando nuestra motivación para hacer otras cosas que no siempre se sienten agradables a la hora de hacerlo pero cuando se suman nos generan una mayor satisfacción de haberlas logrado.

Por lo tanto, eliminar este tipo de malos hábitos es crucial para mejorar nuestra motivación.

Sin embargo, si siempre te sentís desmotivado puede que entonces debas echar un fuerte vistazo a tu vida y averiguar cuál podría ser el verdadero problema.

Por ejemplo:

• Si te cuesta hacer ejercicio diariamente, puede que sea el momento de crear un estilo de vida saludable diferente, y buscar otro tipo de ejercitación.
• Si usualmente no tenes motivación para ser productivo en el trabajo, tal vez sea que no te gusta lo que haces y sea hora de cambiar de carrera.
• O si te resulta difícil trabajar o dedicarle tiempo a tu pareja, tal vez sea el momento de ser realmente honestos el uno con el otro y encontrar un mejor camino a seguir, lo que podría significar terminarla si es necesario.

Esto no tendría tanto que ver con una cuestión de motivación sino de enfrentar situaciones incomodas que evitamos hacer. Sin embargo, afrontar este tipo de problemas es lo que nos hacer crecer como individuos.

Por lo tanto, en vez de alejarnos de la incomodidad, nos volvemos hacia ella como una fuente de motivación en sí misma.

Y es ahí cuando todo se vuelve mucho más interesante.

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