Creo que todos habremos escuchado que si nos mostramos demasiados entusiasmados frente a alguien que nos gusta, vamos por el mal camino si intentamos seducirla. Corremos riesgo de asustar a la otra persona. Entonces muchos de los consejos que se escuchan allá afuera son:
- No la mensajees demasiado pronto
- No le digas que te gusta
- No sugiramos verla de nuevo el primer día
Entonces ¿Cómo debemos actuar realmente?
Bien quédense hasta el final porque en este video voy a responder esta pregunta para que verdaderamente la puedan entender y no dependan de “tips” que por lo general, no son muy útiles. Esto es algo que también pueden encontrar en mis libros o curso que, por supuesto, siempre recomiendo.
Un fuerte movimiento que reforzó todas estas narrativas de no “demostrar interés” fue después del libro de Neil Strauss “El Método”, seguido por “El Mystery Método” de Erik Von Markovik (quien luego publico otros dos libros más). Ellos afirmaban que cuando una mujer descubría que le gustábamos en un inicio era “Game Over”. Y desarrollaron lo que era el método indirecto. Esto significa adoptar una fachada de desinterés. Enviando mensajes calculados de indiferencia y fingiendo que no nos importa mucho la cita si no la volvemos a ver. Cuando en el fondo, si nos importa.
Existe esta idea de que la única manera de hacer que los demás se interesen por nosotros es crear la idea de que no nos preocupamos por ellos. O también de negar que sentimos deseo por alguien como si fuera algo malo. Y lo más irónico es ¿Cuánto tiempo una persona puede llegar a invertir en mostrarse indiferente? ¿Cuánto tiempo gastamos en crear una imagen en las redes sociales para manipular la idea que damos?
Ahora, el hecho de actuar de manera entusiasta frente a otra persona, ¿hace que se apague la chispa? O ¿hay un problema de fondo que no estamos viendo?
En el libro de Seducción Científica de Leil Lowndes hablaba de un experimento acerca de las personas que se les decía que alguien gustaba de ellos, eran más propensos a gustarles también. Otro libro era el de “Como ganar amigos e influir sobre las personas” de Carnegie quien afirma que a todos nos gusta ser halagados.
Entonces el problema no es el entusiasmo que mostremos sino si actuamos con lo que se llama “necesidad emocional”. Esto es básicamente telegrafiarle a la otra persona que es nuestra única opción. De que actuamos con desesperación más que por verdadero interés sobre la otra persona. El problema real no es enviar mensajes demasiado pronto, decirle a alguien que nos gusta o sugerir a la otra persona de volver a vernos. El problema es equiparar el entusiasmo con la “necesidad emocional” como si fueran lo mismo.
PERO ENTONCES, ahora te estas preguntando: Pero Germán ¿Cómo podemos mostrar gran entusiasmo sobre otra persona, sin quedar necesitados?
Buen acá es donde aparece lo que se llama vulnerabilidad. Este es un tema que también aparece en el Mystery Método, y en muchísimos libros de seducción, pero de una manera más retorcida. Digo retorcida porque no cumplía su verdadera función ya que era utilizada como una técnica para poder conectar con la otra persona. O sea era utilizada como un medio para un fin (hacer o decir algo para tener otra cosa a cambio, una reacción por ejemplo). En vez de ser el fin mismo (querer compartir una experiencia).
El concepto de vulnerabilidad es el simple acto de exponernos en aquello que nos hace sentir inseguros y miedosos. Es la confianza en uno mismo de decir con autoridad algo que nos hace sentir pequeños. Es decirle a alguien que pensamos distinto, es disculparte con alguien porque nos equivocamos o es decirle a una chica que nos gusta.
A nadie lo asustaríamos por gustarle pero si por sentirnos su única opción. De sub-comunicar que no sobreviviríamos sin esa persona. De que es nuestra salvación. La necesidad emocional es el problema, no el entusiasmo.
Es importante practicar vulnerabilidad todos los días, con cualquier persona. Es nuestra capacidad de empatizar, de mostrarse a uno mismo y de ser honesto. Eso es un tiempo que va a estar bien invertido.
El hecho de utilizar el método indirecto, de mostrarnos indiferentes cuando verdaderamente nos importa, genera en lo que otros videos digo sobre los “comportamientos de compensación.” También está en mi libro, por supuesto. Esto es cuando actuamos de una manera por miedo a que no nos aprueben por mostrarnos como verdaderamente queremos.
Muchos critican el cliché de “sé tú mismo” porque dicen: Soy yo mismo y no levanto nada, pero el punto es, o al menos como yo lo entiendo, es actuar de manera integral, siendo honestos en vez de intentar complacer a los demás.
Porque el método indirecto, al menos como yo lo veo, no es más que una manera de ajustarte a los demás, encontrar la aprobación de esa chica, pero camuflándolo, sin que ella se de cuenta.
Con esto dicho, debemos aprender a decirle a quienes nos gustan, que nos encantaría volver a verlos, de que los encontramos excepcionales o incluso que nos ponemos nerviosos cuando le hablamos, si así nos sentimos. Y, al mismo tiempo, no dejarles ninguna duda de que podríamos, si la respuesta fuera no, y sin ningún problema, encontraremos personas igualmente encantadoras.
Eso es todo así que gracias por mirar y quedarse hasta el final.
Nos vemos en el próximo.
