¡Esto no puede estar pasando!

Bungee Jumping

Bungee jumping, Esto no esta pasando

Algo fastidiado de sólo encontrar precios absurdos para hacer Skydiving y Bungee Jumping me fui al centro de información para buscar ayuda. Me atendió una chica, que se mostró muy dispuesta, y me buscó el mejor precio para lo que yo quería hacer. Me preguntó cuándo me interesaba hacerlo. Le respondí que podía hacer Bungee Jumping el mismo día y skydiving al siguiente. Imaginé que me iba dar un par de horas, en realidad no hacía mucho que me había levantado. ¿Para dentro de 10 minutos está bien? Preguntó. Ellos te pasan a buscar. ¿Eh? No sé, ok, bueno! Le dije desconcertado. ¿No necesito llevar nada en especial? Continué. No, no. Así está bien. Me respondió. No pasaron ni 5 minutos, que fue el tiempo que me tarde en pagar que llego un hombre para buscarme.

¡Mierda!, pensé yo, ésto es demasiado rápido. Me sentía en McDonalds, comprando una hamburguesa, que a los 2 minutos te dan tu pedido y te quieren sacar de encima. Yo necesitaba un poco de anestesia en esto. ¡Onda! Voy a saltar desde 50 metros de altura al vacío. Me llevaba un gordito, joven, bastante simpático. Sabía que para él la situación era normal, tiran tipos todos los días, pero para mí seguía siendo la primera vez y todavía no podía creer que estuviera sucediendo todo tan rápido. ¡No se confundan!, yo quería hacerlo, pero me generaba ansiedad y miedo pegar el salto.

Al llegar, me dije, ok imagino que acá nos pondremos los trajes y esperaremos a otras personas para formar un grupo. Al menos tendré media hora de espera supuse. NADA. En seguida fui a la oficina y me hicieron firmar un papel donde asumía la responsabilidad en caso de que muriera o resultara herido (lo cual me relajaba más). Luego me empezaron a dar tantas instrucciones juntas que me costaba seguirlos. No sólo por la velocidad en la que me hablaban sino porque en mi mente se preguntaba: ¿Todo esto va a suceder ahora?

Pasaron otros 5 minutos y me trasladaron hacia afuera para moverme hacia la plataforma. Ingenuamente o quizás en alguna forma de negación me preguntaba dónde estaban los demás ¿o acaso iba a saltar completamente solo? No es que pretendiera saltar al mismo tiempo que otro pero el hecho de que hubiera más personas en mi situación me iba a hacer sentir mejor, acompañado en el sentimiento. Pero no, me tocó con dos salvajes que me arrastraban al precipicio como si fuera sentenciado a muerte en la época medieval en donde te arrojaban a un pozo.

Me pusieron parte del equipo, entramos a la plataforma y me sentaron cerca del punto del salto para ponerme la soga y chequear que estuviera todo correctamente. Mi cuerpo templaba, no sé si era por el frío o por el miedo. Probablemente por los dos. Mi vista no se apartaba del punto de salto. Era un momento sub-real, hacia 15 minutos atrás no me imaginaba que ya iba a estar saltando. Aún seguía diciéndome: ¡“No me van a hacer saltar ya…”!

Me hicieron parar, uno de ellos comenzó a explicarme lo que hacer antes de saltar. Lo único que daba vueltas en mi mente era que me tenía que parar en el punto del salto. ¡Fuck!, pensaba, ni siquiera sabía si había una forma o técnica para saltar. Le dije que no entendí nada, mi mente estaba bloqueada. “Ok, vamos paso a paso”, me dijo. Camine hasta el punto del salto como pingüino por tener los pies atados, y además, con bastante miedo. ¡“Estos Hijos de Puta me van a hacer saltar ahora”!, pensaba. Yo necesitaba contención, apoyo, algo así como: ¡“Vamos vos podes o lo que sea”!. Pero sólo seguía escuchando instrucciones.

Así que ahí estaba. Me encontraba en frente de la caída. Muchas veces había pensado en ese momento. Siempre me lo había imaginado ese momento en que saltás y empezás a caer en el vacío. Algo imposible de hacer… pero entonces estaba ahí, y ¡esta vez era real!.

Pensaba que en el momento del salto no se podía racionalizar la situación ya que saltar al vacío es algo anti-intuitivo. Pero estando ahí, lo único que podía pensar era: ¡Es seguro! ¡Tengo una cuerda! ¡Va a estar bueno! El instructor empezó el conteo: Three, two, one… Bungyyy…Titubeé ¿Y si entendí algo mal y todavía algo no está listo? (si pensé eso aunque resulte absurdo). Pregunte si podía avanzar, sólo por si las dudas. El instructor dijo que sí. Volvió a hacer el conteo. Three, two, one… bungeee. Y SALTÉ!… o quizás simplemente me arrojé… Admito que fue más fácil de lo que me imaginaba, y no por agrandarme sino porque pensaba que iba a paralizarme.

Durante el primer segundo me generó un enorme placer verme a mí mismo dando el salto, ya no tenía que hacer nada más, ahora era el turno de la fuerza de gravedad. El problema fue cuando la sentí, impulsándome hacia abajo. Una sensación inmensa recorrió todo mi cuerpo. Era adrenalina, estaba en caída libre. Grité, no estaba en mi idea gritar, pero grité como nunca antes me escuché a mí mismo. Rápidamente quedé de cabeza, iba a toda velocidad contra el agua. Cerré los ojos, fue algo intuitivo. Seguía gritando, era una sensación brusca. Abrí los ojos, realmente quería ver. Estaba a unos 10 metros del agua cuando empecé a frenar quedando a un metro o menos de la superficie.

Al frenar mi espalda crujió un poco, incluso quedando algo dolida. Pensé que todo había terminado. Me sentí victorioso, y fue increíble. Pero aceleré rápidamente hacia arriba, más de lo que yo podía creer. Quizás hasta unos 30 metros donde se perdió el impulso y empecé nuevamente el descenso. Volví a gritar, parecía que hacerlo estaba fuera de mi control, pero esta vez la caída fue más leve. Al volver a bajar ya casi se había perdido el impulso.

Mis brazos colgaban hacia abajo y mi cuerpo estaba casi sin movimiento. Me sentía como un gran pez recién pescado y sacado del agua, listo para comer. No sé si me generó más placer el hecho de haber podido saltar o la excitación de haber experimentado la caída. Se acercó un bote a mi rescate. Extendió una vara. Sacudí mis brazos para alcanzarla. Fue cuando tomé las manos del otro sujeto que por fin sentí un poco de consuelo en este bendito juego. La realidad es que aún seguía algo asustado. Era como en una película cuando los rehenes son rescatados, el alivio de saber que todo está bien. De que todo terminó.

Vídeo de mi salto en Bungee jumping

«Anterior   Siguiente»

Deja una respuesta